jueves, 6 de febrero de 2014

El vacío y la devoración

Como dijo Sol LeWitt, (artista minimalista y conceptual de origen norteamericano) “Los artistas son místicos más que racionalistas. Ellos llegan a conclusiones que la lógica no puede alcanzar”; refiriéndose directamente a los artistas conceptuales. Una de las propuestas de Bordes, fundación cultural dedicada a la investigación, formación, promoción y desarrollo de las artes, ubicada en el estado Táchira, frontera de Venezuela con Colombia, es integrar las visiones y los sentires de diferentes especialistas con los artistas; y es allí donde entro en el grupo de investigación y en esta ocasión siento muy identificado mi trabajo artístico de casi dos décadas con la temática del Seminario “Vacío y devoración”. Vacío: En la parte bidimensional o pintura me toca por eso de trabajar el blanco, cuya simbología está relacionada directamente con el vacío, empezando con un lienzo limpio que no se llena en su totalidad con pigmentos claros ya sean de zinc o de titanio, con veladuras de pintura de tráfico, masillas, yeso, pego o cualquier otro mateante, siempre dejando ver trozos de tela o de esa nada a la que nos exponemos los artistas antes de empezar a hacer la obra, caso de las obras La fuente y descampado 2005, Propensión a la intromisión – sumisión 2010 y Errores de transcripción 2012; traigo a colación el caso ex professo de Blanco sobre blanco, la gran obra de Malévich, donde sin la representación objetual expresa la supremacía de la nada haciendo visible lo invisible y que es referente fundamental del arte contemporáneo; también me interesa trabajar con eso invisible, con ese vacío como búsqueda espiritual y es donde el silencio inunda y/o envuelve con materia (algodón, lana virgen o fibras vegetales) un marco (casi siempre de pequeño formato), creando dibujos abstractos, que son dispuestos en grandes paredes blancas tendiendo a fundirse en ellas o casi perdiéndose dado a lo tenue de los colores y sus dimensiones, caso de la exposición Flora y Fauna del 2010; quizá sea muy pertinente mencionar aquí a Klein cuando en el 58 realizó una exposición con la sala vacía (sin pinturas o esculturas) donde el vacío como fin estético era la materia prima de esta no-instalación; también es muy apropiado resaltar el referente de LeWitt quien en el 64 realizó una serie de objetos blancos de gran simplicidad visual, cubos presentados como formas abiertas, desprovistos de caras laterales, solo la estructura o marcos que fijados en la pared o expuestos libremente en la sala permitían ver a través de ellos; esos esqueletos blancos, fantasmales, daban esa sensación de vacío, figuras con aires de inmaterialidad que hacían que los espacios interior y exterior se fundieran. Devoración: Dentro de las series que he desarrollado una tiene que ver con el vestuario infantil y las implicaciones devoradoras de la moda sobre la sociedad específicamente sobre los padres, caso de la instalación Pon del 2001; seguidamente pasé a trabajar sobre el tema científico y los grandes símbolos del siglo XX. Uno: la llamada revolución genética, el lenguaje de la vida con el descubrimiento más importante: la estructura de doble hélice del ADN, la secuencia del genoma humano, una promesa para descifrar el mapa de la herencia biológica de las personas y Dolly, la oveja clonada, donde los científicos plantean las bondades de la clonación terapéutica olvidándose de las implicaciones éticas, planteo así la devoración social y espiritual mutante utilizando los conocidos símbolos del lobo y la oveja dentro de una urdimbre donde “el miedo” juega un papel importante, con toda la simbología del lobo, animal asociado con lo negativo, con la voracidad, y la oveja y el cordero asociados a la mansedumbre, al rebaño, a las masas o colectivos que se dejan manejar o dirigir sin manifestar su opinión, gustos o actos; caso de la instalación Dollyentes 2004, 37, Rebaños sin fuerza o almorcemos juntos, Ungulados para el desayuno, Incomunicados entre si pero comunicados a través del miedo, todas estas del 2009; aunado a la sobredosis de información y un discurso deslocalizado, amplificado, manipulado por los medios de comunicación globalizados, lleno de dicotomías (lo blanco - lo negro, lo bueno - lo malo, el lobo - la oveja) y la aspiración a conciliar los opuestos; de allí que plantee una serie de instalaciones con siluetas de estos animales recortadas de periódicos; específicamente de las noticias feas o de la sección de sucesos con otros elementos que nos cuestionan si somos devoradores o si estamos siendo devorados, caso de las instalaciones Impronta de los cazadores 2011 y A la luz del conocimiento 2012. Dos: la ecología al hacer consciente los abusos cometidos sobre el planeta, el fin de algunas especies y los peligros anunciados hago una reflexión a través de piezas bi y tridimensionales donde las materias que utilizo son el aserrín como remanente de los árboles y el plástico como material indispensable dentro de la cadena de producción industrial capitalista, ambas enmarcadas en la conocida sociedad de consumo, todos símbolos de la edad posmoderna donde se nos consume la vida aunada a la creciente masificación de los medios de comunicación recordándonos a veces y borrándonos en otras oportunidades como hemos tratado la gran casa y que para llenar todos esos vacíos que vamos dejando tendremos solo residuos, caso de la instalación Capullos macrobióticos para el alma 2006, y piezas como Estrangulados 2010 y La mesa está servida 2012 . Y es asi como reconozco que el vacío y la devoración son temas que tocan mi obra y tocan la de muchos artistas, ya que son temas cruciales para el arte contemporáneo.

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