jueves, 13 de noviembre de 2014

Bioarte, un híbrido contemporáneo. Por Ave

Históricamente los seres híbridos han sido menospreciados en la mitología, literatura o incluso en la vida real. Cuando alguien padecía deformaciones era marginado y escondido por su familia. Cualquier factor que se desviara de lo conocido como normalidad quedaba relegado a la categoría de “monstruoso”. Laura Benítez. Bioarte. La vida como material. Dentro de los referentes que he revisado a lo largo de casi dos décadas de trabajo artístico, voy a citar a dos artistas venezolanas. Una de ellas Nan González (1956, Caracas), artista conceptual reconocida por sus ambientaciones sonoras y videoinstalaciones con temática ecológica, su performance Hombre y sal, de la serie Simbolismo de la Cristalización, realizado a dúo con Yeni, llevada a cabo en las salinas de Araya, muestra un interés hacia los ciclos de la vida -nacimientos y transfiguraciones-, la identidad personal, el espacio individual y compartido; trabajando con los elementos naturales; en las acciones Autológica del Agua / Autológica del aire (1980), Integraciones en Agua (1981-1982), y finalmente Transfiguración Elemento Tierra (1983), donde con sus cuerpos asumen el papel del Fuego, lo que completaría la representación de todos los elementos de la naturaleza, incluyen el elemento tecnológico. Sus más recientes trabajos se inclinan hacia el arte de la tierra o land art y la ecología. Nela Ochoa (1953, Caracas), artista plástico y bailarina, quién desde los ochenta desarrolla su obra dentro de los llamados “nuevos lenguajes” con instalaciones, videos y performances, cuya preocupación fundamental es el cuerpo como territorio desde la óptica de la medicina y la biología; desde los años 90 investiga sobre la genética .Esta artista ha explorado una y otra vez el universo de los códigos genéticos y los misterios del cuerpo humano, reproduciendo secuencias genéticas de especies en peligro de extinción o secuencias genéticas del cuerpo humano con objetos industrializados. Como en la obra Secuencia genética de la margarita con flores de seda y en las obras de la exposición Empalago con cucharas plásticas. Zuleiva Vivas en el texto de la exposición Gen-ética escribe: …“las investigaciones acerca del cuerpo humano la ha llevado a realizar obras con resonancias magnéticas, ecografías y tomografías hasta llegar a la genética natural y artificial, sus aplicaciones y usos. Las cadenas de ADN le dejan asombrada por su capacidad de movimiento e interconexión en el espacio. A cada paso le surgen nuevos interrogantes ¿lo estaremos haciendo bien?, ¿dónde se separa lo artificial de lo humano?. Si la especie optó por la inteligencia, ¿no será que todo no es más que otro orden natural mayor?, las últimas palabras de un cuento de Borges retumban en su pensamiento: “Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo”. Y como uno de los referentes más recientes e internacional he revisado el trabajo de Eduardo Kac (1962, Río de Janeiro – Brasil), quien inicia su carrera artística con performances y media art, pasando por la robótica, el arte electrónico, la poesía digital y aromática, cuya obra más famosa y controvertida ha sido el proyecto Alba en el año 2000. Mis líneas de trabajo han estado oscilando entre esas dos vertientes: la ecológica y la de la manipulación genética, en esta oportunidad trataré de hacerles un recorrido por las obras que implican al bioarte, término acuñado por Eduardo Kac en 1999 durante un festival de ars electronic y los cuestionamientos que se han suscitado a partir de este concepto cuyo objetivo principal era borrar esa línea que separaba la ciencia del arte o por lo menos difuminar ese borde. Aunque algunas de las características del bioarte no son para nada nuevas, como el usar “materia biológica”: tejidos, plantas, animales, materia orgánica o derivada de los seres vivos y que contiene carbono, fluidos corporales, entre otros, ya que estos materiales han estado presentes en las obras de muchos artistas a lo largo del tiempo, es importante señalar que ahora también los artistas están experimentando “cual científicos” con la biología, la biotecnología, las células madres o con la cirugía cosmética para sus propuestas, pero es aquí donde está lo crucial del tema: la sociedad no acepta o desconoce el trabajo de los artistas por considerar que no son científicos especialistas o trabajan fuera de un laboratorio, no se dan cuenta de que el compromiso es otro, y es aquí donde podemos hablar de que el bioarte como conjunto de prácticas híbridas permite al artista ser “mediador o facilitador entre el arte y el contexto social” donde puede hacer uso de la tecnología de su tiempo y es allí donde se evidencia el contexto histórico, social y político en el cual le ha tocado vivir. Andy Miah en su texto sobre el bioarte: actuación transhumana y posthumana, publicado en la revista digital Teknokultura, nos dice que la diferencia entre el arte transhumano es que promueve la transgresión de los límites biológicos mientras que el arte posthumano se centra en el escrutinio de las relaciones biopolíticas, y a su vez se mueven en el campo de la bioética, pero que los dos forman un todo llamado bioarte. Leeré parte de la campaña publicitaria de: GloFish, el pez que brilla. El primer animal modificado genéticamente para ser vendido como mascota. "Lleva el milagro de la ciencia a tu acuario y posee el más caliente, el más hablado, el más hermoso de los peces. Los peces fluorescentes GloFish® llevan color y diversión a cualquier acuario, en tu hogar, en tu oficina, en tu salón de clases. Nuestros peces están disponibles en tres asombrosos colores: Rojo Estrella de Fuego, Verde Eléctrico y Naranja Explosión de Sol. Si usted ya tiene el GloFish ® pez fluorescente y simplemente piensa que es muy cool, hay tantas cosas que aprender acerca de Ellos: son una gran herramienta educativa para los niños. También ofrecen una forma interactiva de diversión y de inspirar el amor por la ciencia en el país y en el aula." El GloFish (creado en 1999) es el resultado de introducir una proteína fluorescente de medusa en el genoma del pez cebra. Esto causa que el pez brille ante la luz blanca o ultravioleta. Luego vinieron las variedades de color y más especies de peces, el "Rojo Estrella de Fuego" -por ejemplo- es el producto de un gen de coral introducido en el genoma del pez. Actualmente hay más colores como el azul cósmico, el violeta galáctico o el luna rosada. Eduardo Kac nos habla acerca de su obra “Conejita PVF” proteína verde fluorescente (o GFP, por sus siglas en inglés, green fluorescent protein), después de pensar que lo que hacen muchos de los artistas es desorganizar la biología, rechaza el término bioarte y decide llamarlo “arte transgénico” que es otra vía de expresión estética pero transgénica: …“como artista transgénico, no estoy interesado en la creación de objetos genéticos, sino en la invención de sujetos sociales transgénicos. La palabra "estética", en el contexto del arte transgénico, debe ser entendida como aquella que significa creación, socialización, e integración doméstica en un solo proceso. El arte transgénico no procura moderar, minar, o arbitrar la discusión pública. Intenta abrir una nueva perspectiva que ofrezca ambigüedad y sutileza donde generalmente solo encontramos polaridad afirmativa ("a favor") y negativa ("en contra"). La obra "GFP Bunny" destaca el hecho de que los animales transgénicos son criaturas normales que forman parte de la vida social tanto como cualquier otra forma de vida, y es por eso que merecen tanto amor y cuidado como cualquier otro animal”. Ya muchos primates, ratones, etc, han sido genéticamente modificados utilizando esta PVF con la finalidad de ayudar en investigaciones sobre enfermedades humanas, para curar o para mejorar las condiciones de vida de los hombres, es decir que la ciencia “ha sido iluminada” y en 1998 ya sus tres descubridores habían obtenido el premio Nóbel de química por el desarrollo de esta proteína que sirve para marcar las células. Pero aún no se ha probado en seres humanos. Desde el 96 he trabajado con el arte transgénico, voy a hablarle de algunos casos como la instalación “Niñitos” ubicada en la Biblioteca de la ULA Táchira que consistía en un carrete de madera donde habían enrollados muchos metros de tiras de bebés plásticos, y que fue desmantelada por uno de los trabajadores de esa casa de estudios por total desconocimiento del tema. En 1999 realicé una acción en Maracay Perforart denominada “Umbilical” que daba como resultado una instalación, donde planteaba una barriga artificial de embarazada que contenía más de doce metros de cordón umbilical con bebés plásticos anudados, después de desprenderme de ella y engancharla junto al vestido iba marcando a cada espectador con un número de un sello húmedo sobre un pañito también húmedo usado para limpiar bebés; en ningún momento pretendía engancharme en un debate sobre las ventajas o desventajas de la ingeniería genética, pero recuerdo que muchos de los presentes se me acercaron a decirme sus opiniones sobre el tema, otros me dijeron que nunca habían escuchado al respecto y que por favor les explicara y algunos me dijeron que eso de “clonar seres humanos” les daba miedo. En el 2004 estaba investigando sobre los alimentos transgénicos (organismos a los que se les ha introducido un gen extraño) cuando una vecina me pidió que fotografiara su bebé con todas las latas de leche que había consumido desde su nacimiento hasta que cumplió un año, terminó regalándomelas porque las iba a botar, al revisarlas leí con asombro que contenían ingredientes genéticamente modificados y su mamá desconocía totalmente el tema. Siguiendo con el lema de los alimentos transgénicos “acabar con el hambre en la tierra” realicé otras obras entre ellas 2 piezas: “Campesinas transgénicas” y Etiquetas para la leche condenada “La vaca salada” con INS, que formaron parte de los productos vendidos en una bodega intervenida por un colectivo de artistas en la 9na. Velada de Santa Lucía en Maracaibo. Y el debate de las ventajas y desventajas sobre el uso y el abuso de la ingeniería genética se hizo más palpable, la gente comentaba sobre la pérdida de información propia, la pérdida de la biodiversidad, de que si lo que buscaban era salvar el hambre… de las empresas, refiriéndose a compañías que se dedican a esto, que si había algo de cierto de que etiquetaban alimentos con información falsa, de que en los productos para niños los genes acababan con las vitaminas para luego poder vender otros productos farmacéuticos, que si nos inyectaban virus y alergias, que si nos hacíamos inmunes a los antibióticos, que conocían de una demanda por registro y patente de semillas… y paremos de contar. Peter Sloterdijk, en su texto El hombre operable, notas sobre el estado ético de la tecnología génica; dice: Cuando Dolly bala, A lo sumo sus productores piensan en sí mismos y lo hacen bajo la forma de patentes. Hablando de Dolly (1996-2003), el clon más famoso del mundo, el primer animal clonado a partir de una célula adulta, el intento 277 nacido vivo de 276 intentos fallidos, la especie clonada que redujo su expectativa de vida a menos de la mitad, que sufrió de artritis degenerativa, de problemas pulmonares y tumores, que recibió una gran difusión en todos los medios de comunicación, que vivió en un laboratorio, que fue muy fotografiada, sacrificada y cuyos restos disecados se encuentran en un museo de Escocia, y quien resucita en el arte transgénico y permite que se cuestione la intervención humana en la creación ha sido un símbolo recurrente en mi trabajo. Como el caso de “276 intentos fallidos y Bonnie”, obra realizada después de que los medios anunciaran al mundo la buena nueva de que Dolly era madre luego de haberse apareado “naturalmente” y mostrar que la cría era normal y saludable. Ya Dolly y los pastizales transgénicos forman parte de nuestro paisaje y como artistas podemos contribuir estéticamente y mostrar nuestra dimensión sobre la tierra. Los nuevos Frankenstein u organismos que han sido producidos utilizando técnicas de ingeniería genética, también conocida como modificación o manipulación genética son parte de esa búsqueda del ser humano sobre el origen de la existencia de los seres vivos en la tierra y su inexorable certeza a la desaparición o a la muerte; y en esta “cuenta regresiva de la diversidad biológica”, teniendo en cuenta que anteriormente las tasas de extinción de especies era de miles de años y ahora los lapsos han disminuido velozmente, la creación de nuevas especies, vegetales o animales a través de métodos “no-naturales” le permiten al hombre “jugar a ser Dios” y como dijo James Watson (uno de los descubridores de la estructura de ADN en 1953, “el destino ya no está escrito en las estrellas, está escrito en nuestros genes” las posibilidades son muchas, ya abrimos el regalo… ahora leamos muy bien las instrucciones.
Páginas revisadas: Eduardo Kac, www.ekac.org y http://www.glofish.com/ INS: INTERNATIONAL NUMBERING SYSTEM. Se trata de un sistema internacional de codificación sobre Aditivos y Contaminantes Alimentarios (FAO/OMS). FAO: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, siglas de Food and Agriculture Organization) OMS: Organizacion Mundial de la Salud

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